No hace falta tener una bola de cristal para saber hacia donde apunta el mundo de la creación de sitios web. Herramientas como Weebly, Webflow, Jimdo, Squarespace y The Grid, entre otras, lo dejan muy en claro:

La creación de sitio web es cada vez más del tipo “Hágalo usted mismo”, en donde cualquier persona puede, mediante herramientas muy sencillas, construir una web a la medida, con diseño muy personalizado, con soporte para todo tipo de contenido e incluso responsive… Todo esto, sin tocar una sola línea de código.

Para quienes usan WordPress la historia no es muy diferente, hoy en día hay un montón de herramientas tipo Page Builder, que permiten a los usuarios construir layouts personalizados. Solo por mencionar a los más populares, tenemos a Beaver Builder, Divi, Semplice, Visual Composer, Page Builder by Site Origin y Velocity Page.

Las opciones que existen hoy son muchas y creo no equivocarme al decir que en el futuro habrán más de ellas, con prestaciones mucho más avanzada y con una popularidad que solo irá al alza.

Con tantas posibilidades para que personas sin conocimiento técnico puedan crear sitios a su antojo, nace naturalmente la siguiente pregunta:

¿Qué pasará con los diseñadores web?

¿Será que acaso nuestro trabajo ya no será requerido? ¿Será que todo el tiempo invertido estudiando y practicando fue para nada? ¿Será que la tecnología terminó venciendo a las personas?

Nah…

Ya conversamos anteriormente que ese tipo de pensamientos nacen directamente del miedo injustificado que a veces tenemos los diseñadores. Mi visión es mucho más optimista que eso.

Yo creo que el rol del diseñador se hará cada vez más fuerte y más valioso, pero que cambiará su enfoque hacia sus verdaderas habilidades creativas.

Los diseñadores web somos más que código HTML, CSS, JavaScript o cualquier otra nueva tecnología que los chicos cool estén utilizando hoy en día. Los diseñadores somos COMUNICADORES, y como tales, nuestra mayor habilidad no es el escribir código o usar herramientas, sino ayudar a nuestros clientes a usar el lenguaje visual para entregar su mensaje de la manera más apropiada para su marca, su público y su estrategia comercial.

Tener habilidades técnicas es genial, de hecho, gran parte de mis cursos apuntan a desarrollarlas, sin embargo, estas se vuelven mucho más valiosas cuando hay un sustento creativo y teórico detrás.

Los clientes nos seguirán necesitando

Podrán existir cientos o miles de herramientas que permitan a la gente crear sitios web fácilmente, incluso de manera gratuita, pero siempre habrá gente que seguirá necesitando de nuestra asesoría.

Principalmente por 2 razones:

1. No son diseñadores

Desde afuera, el trabajo de un diseñador puede parecer sencillo. Mucha gente piensa “Sólo se trata de tomar diferentes elementos, ordenarlos para que se vean bien, ponerle algo de colores y listo”, pero es mucho más fácil decirlo que hacerlo.

En la labor de diseño hay un montón de teoría implícita. Un diseñador piensa en la relación de los elementos, la dirección visual, en como manejar la tensión de la imagen, en el impacto emocional de los colores, en cómo ciertas formas y líneas representan la identidad de una marca y un sinfín de otras variables que son invisibles para quien únicamente observa la pieza final.

Por eso cuando una persona sin experiencia o conocimiento en diseño intenta crear algo por su propia cuenta, suele tardarse 10 veces más de lo que imaginaba, termina dándose por vencido o acaba con un resultado horrible.

Muchas veces he escuchado cosas como esta:

  • Intenté hacerlo yo pero esto del diseño no se me da bien
  • Intenté de hacerlo yo pero no me quedó bonito, prefiero mejor que lo haga un profesional
  • Intenté hacerlo yo pero llegó un punto en donde no supe qué más hacer

Se trata de gente que cree poder realizar un trabajo de diseño pero que, luego, descubren que es más complejo de lo que parecía y terminan llamando a un profesional de la materia.

Esto lo digo por experiencia, por que he estado del otro lado.

Hace un tiempo comenzó a haber una pequeña gotera en una cañería de mi casa e intenté arreglarla yo mismo. Resultado: el baño completamente inundado, el lavamanos imposible de usar y el estanque de agua del retrete averiado.

Un pequeño problema atendido por alguien con cero habilidades termina convirtiéndose en un gran problema.

Cuando llegó el gásfiter y solucionó todo en menos de 1 hora estuve más que feliz de pagar su tarifa y, desde entonces, ni siquiera pienso en tocar una cañería si algo falla. Llamarlo es siempre la primera opción.

Piénsalo, las herramientas “hágalo usted mismo” ayudarán a crear muchas oportunidades en las que puedes convertirte en el diseñador que salvó el día.

2. No tienen tiempo

Por muy fáciles de usar que sean las herramientas de construcción de sitio web que existen, todas requieren una inversión de tiempo, tanto en el aprendizaje de la herramienta misma como en la construcción del sitio. Eso, sin contar el tiempo que se debe invertir investigando y decidiendo cuál de todas las opciones posibles utilizar.

Los dueños de pequeños y medianos negocios, que suelen ser quienes contratan a diseñadores web, por lo general, no tienen tiempo par dedicarle a aprender a crear sitios web. Cualquier buen empresario sabe que su tiempo está mucho mejor utilizado cuando está dedicado a atender el negocio mismo.

Para ellos es mucho más lógico y rentable contar con un profesional que le asesore en esta área, tanto en el diseño, en la selección de la herramienta y en la construcción del sitio web.

Por eso, sin importar cuantas nuevas herramientas existan, los emprendedores más inteligentes siempre contactarán a diseñadores.

Los clientes que sí puedes perder

Hay un tipo de clientes que sí es muy susceptible a verse encantado por las nuevas tecnologías en la creación de sitio web y que es muy probable que decida no contratar a un diseñador. Me refiero a los negocios que están recién comenzando y no tienen capital.

Este tipo de empresas tienen como principal objetivo mantenerse a flote y todos sus pocos recursos están a disposición de esa necesidad.

A no ser que se trate de un emprendimiento digital, este tipo de empresas tienen áreas mucho más importantes que el diseño web para invertir su dinero, como pagar a sus trabajadores, proveedores y entablar relaciones con sus clientes.

Es cierto que necesitan un sitio web, pero en sus primeros meses de vida, un sitio web hecho por ellos mismos suele ser más que suficiente.

Por eso, si tu foco (como he visto a muchos hacerlo) está en atraer a ese tipo de clientes , notas que no aprecian tu trabajo y que no tienen el presupuesto necesario para pagar por tus servicios, te invito a replanteártelo.

Intenta buscar a emprendedores que ya pasaron esa primera etapa de sobrevivencia y están en condiciones de pasar al siguiente nivel. Ahí es donde tu trabajo de diseño realmente puede brillar.


No creas que la existencia de una o más herramientas va a arruinar tu carrera como diseñador. Usa el nuevo contexto tecnológico a tu ventaja y sácale el máximo provecho a tu recurso más valioso: Tu creatividad.

Un abrazo,
@FranciscoAMK

Fuente: Francisco Aguilera

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